En la curva de regeneración del tamiz molecular, la temperatura de la liberación de presión comienza a declinar, pero al principio de la calefacción, tiene un incremento menor, entonces decrece, y luego progresivamente acrecienta hasta el final del calentamiento.
En la etapa de comienzo de calefacción, gracias a que la regeneración de temperatura no es bastantemente alta y posee contenidos de agua inevitables. La temperatura debe seguir siendo ligeramente elevada ya que aún es un proceso de adsorción exotérmico cuando pasa a través del lecho del tamiz molecular.
Al comienzo de la liberación de la presión puede ocurrir desorción con algunas sustancias que han sido adsorbidas por el tamiz molecular. Este procedimiento necesita absorber el calor y luego la temperatura del lecho puede declinar.
Luego de incrementar la temperatura de entrada del aire, el tamiz molecular está en el procedimiento de desorción por calor. Algo del calor del gas regenerado es utilizado para calentar el tamiz molecular superior, mientras el resto es adsorbido por el tamiz molecular por desorción, que resulta en el decrecimiento progresivo de la temperatura de salida del gas regenerando en la etapa de calefacción.
Cuando cae hasta la temperatura del lecho, el gas regenerado ya no conduce el calor, solo facilita la función de lavado del lecho del tamiz molecular del cual la regeneración ha sido completada. El calor, acumulado en el lecho del tamiz molecular superior en la etapa de calentamiento, también comienza a realizarse por medio del gas regenerado. Con el calor penetrando completamente el lecho, la temperatura de salida comienza a aumentar hasta que la regeneración del gas es completa.